Mercedes GLC Coupé 220d: un fashion victim con estilo

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El Mercedes-AMG GT R es una versión del Mercedes-AMG GTcon diversas modificaciones para hacerlo más rápido y efectivo en curvas, además de más potente.

El motor es, en esencia, el mismo que el del AMG GT (y que el de la variante AMG GT S): un V8 de gasolina con 3982 cm³ de cilindrada sobrealimentado por dos turbocompresores. Sin embargo, en el AMG GT R la potencia máxima es 585 CV, es decir, 123 CV más que en el AMG GT (462 CV) y 75 CV más que en el AMG GT S (510 CV). 

El AMG GT R puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 318 km/h (estos datos en el AMG GT S son, respectivamente, 3,8 segundos y 310 km/h). 

Los cambios en los parachoques delantero y trasero tienen por objetivo incrementar el apoyo aerodinámico (el AMG GT R puede llegar a generar 155 kg más de carga aerodinámica que el AMG GT, según Mercedes-AMG) y mejorar la refrigeración del motor y de los frenos. Además, hacen que el coche sea más ancho, 4,6 cm delante y 5,7 cm detrás.

En la zona inferior del coche, justo por delante del motor, hay un deflector de fibra de carbono que, cuando se supera 80 km/h y se va con el modo de conducción RACE activado, desciende 4 cm hacia abajo para incrementar el efecto Venturi (el mismo fenómeno físico por el que el ala de los aviones permite que vuelen, de forma que el flujo de aire canalizado hacia la parte baja del coche aumenta de velocidad y disminuye la presión, lo que hace que el coche «se pegue» más al suelo). Gracias a este sistema, Mercedes-AMG dice que la tendencia del frontal a elevarse se reduce en 40 kg a 250 km/h (desconocemos el dato equivalente en las versiones normales de AMG GT). La carga aerodinámica sobre la parte trasera es la misma que en el AMG GT convencional

La suspensión tiene amortiguadores y muelles coaxiales (suspensión de tipo Coilover) cuya precarga se puede regular a mano. La dureza de los amortiguadores esta controlada electrónicamente y el conductor puede elegir entre tres modos: Comfort —para conducción normal por vías públicas—, Sport —para conducir de forma deportiva por carreteras o circuitos que no tengan un asfalto perfectamente liso— y Sport Plus —para conducir en circuitos con un asfalto perfectamente liso y en buen estado—.

En la suspensión trasera hay unos nuevos rodamientos que disminuyen los movimientos de caída y convergencia de las ruedas. Además, la barra estabilizadora trasera es más gruesa.

Las ruedas traseras tienen capacidad para girar en las curvas un máximo de 1,5 grados. Hasta 100 km/h lo hacen en sentido contrario al de las delanteras. A partir de 100 km/h giran en el mismo sentido. Las ruedas traseras no están conectadas mecánicamente a la dirección, sino que su giro está controlado electrónicamente. Es un dispositivo similar al que monta Porsche en el actual 911.

El control de estabilidad ha sido reconfigurado para adaptarse a las prestaciones del AMG GT R. Mediante un mando selector en la consola el conductor puede elegir entre 9 grados de intervención del control de tracción y del diferencial autoblocante y entre tres posiciones del de estabilidad (On, Sport Handling Mode y Off).

Los neumáticos son Michelin Pilot Sport Cup 2. Sus medidas son 275/35 delante y 325/30 detrás. Las llantas son de 19 y 20 pulgadas respectivamente y son más ligeras que las del AMG GT. Los discos de freno son carbocerámicos, miden 390 milímetros de diámetro delante y 360 detrás. Las pinzas están pintadas en amarillo. En opción hay un sistema de frenos de mayor rendimiento que reduce en 17 kg el peso total.

El AMG GT R pesa 1630 kilogramos, es decir, 15 kilogramos más que el AMG GT y 15 kilogramos menos que el AMG GT S. Mercedes-Benz ha empleado en esta versión más cantidad de materiales ligeros que en otros AMG GT. Son de fibra de carbono piezas como las puertas y el techo. También se utiliza este material, con el objetivo que incrementar la rigidez y reducir el peso, en piezas estructurales del piso de la carrocería y en el hueco reservado a alojar el motor. Otras medidas para aligerar el peso son las llantas de aluminio forjado, el silenciador de escape de titanio y la reducción de material aislante.

El motor que lleva el Mercedes-AMG GT R, es esencialmente el mismo que lleva el AMG GT S. Para que la potencia aumente, tiene turbocompresores nuevos que dan una presión de sobrealimentación mayor (2,35 bar absolutos en lugar de 2,20), la relación de compresión es distinta y se ha «optimizado la combustión». El volante de inercia de doble masa es 0,7 kg más ligero que el del modelo de menor potencia. El sistema de refrigeración también ha sido optimizado, especialmente para soportar mejor el uso en ambientes muy cálidos.

La caja de cambios (AMG Speedshift DCT-7) es del mismo tipo que llevan los AMG GT de menor potencia. Pero para el AMG GT R, la primera marcha es más larga y la séptima más corta. El eje de transmisión es de fibra carbono (también lo es en los AMG GT y GT S) y pesa 13,7 kg (un 40 % más ligero que el del AMG GT S). La función que permite salir desde parado con la máxima aceleración (Race Start) ha sido revisada para que el motor pueda alcanzar un régimen más alto justo antes de iniciar la maniobra. El sistema de refrigeracíon de la caja de cambios ha sido adaptado para unos requerimientos más exigentes.

Los asientos tienen ajustes manuales y están recubiertos de piel nappa y microfibra. Opcionalmente, es posible elegir unos asientos más deportivos, destinados a dar más sujección. Los cinturones de seguridad se pueden elegir de color amarillo, a juego con los pespuntes del volante, salpicadero y asientos.

Para pintar la carrocería del Mercedes-AMG GT R hay disponible un nuevo color llamado «AMG Green hell magno», que es exclusivo de esta versión. Este nombre hace referencia al nombre con que se conoce coloquialmente al circuito de Nürburgring Nordschleife, «The Green Hell» (El Infierno Verde), donde se ha llevado a cabo parte de su desarrollo.

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