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Conocido es por los fabricantes de automóviles que llevan reduciendo de forma constante e imparable la cilindrada de sus mecánicas en el mercado europeo durante la última década como respuesta técnica a las estrictas normas contra la contaminación. Estrictas normas que en muchos casos pueden parecer absurdas porque son establecidas por gobiernos que poseen un desconocimiento total en ciertas áreas.
Estos ajustados motores turboalimentados actúan de una forma majestuosa en los ciclos de homologación de consumo y emisiones, también lo es que, en cierto modo, son estas pequeñas mecánicas las que, saliéndose de lo marcado en la parte técnica en el laboratorio, resultan más contaminantes que otras mecánicas con cilindradas más elevadas.
Estos días Mercedes-Benz ha señalado que va a haber un restyling en su berlina insignia, el Clase S -el cual saldrá en pocos meses-, y vendrá acompañada de 4 nuevas motorizaciones con sistemas mild-hybrid. Los 4 motores estarán hechos a partir de la arquitectura modular de 500 cm3 por cilindro y han sido diseñados para dar más rendimiento, a la vez que se reduce el consumo y las emisiones. De entre ellos, quizá los 2 más interesantes sean los nuevos 6 cilindros en línea en variantes diésel y gasolina.
El principal objetivo del Mercedes-Benz es que el desarrollo de todas las mecánicas esté sujeto al nuevo ciclo de homologación de emisiones en condiciones de uso reales.
Vamos con el gasolina, conocido internamente como M 256, el bloque cuenta con todo lo que ya imaginábamos, como las instalaciones de 48 voltios, sistema mild-hybrid donde el alternador hará de motor de arranque y ayudará al propulsor principal, o el compresor eléctrico para eliminar el lag del turbo, incluyendo novedosos sistemas contra la contaminación como los filtros antipartículas. Desde Mercedes-Benz afirman que será posible entregar más de 408 caballos de potencia y 500 Nm de par, lo que supondría unas cifras similares al bloque V8 actual de la marca.
El diésel traerá una sincronización variable de válvulas y estará realizado en aluminio, contando con pistones de acero con recubrimiento ‘NANOSLIDE’ en las paredes del cilindro. En comparación con el diésel actual de la marca, este tendrá una cilindrada de 2.9 litros y una potencia de 313 CV en lugar de 258 CV. Sin embargo, será capaz de consumir un 7% menos de combustible.
Tampoco podía no haber en la gama del futuro Clase S un nuevo motor V8 twin-turbo de 4.0 litros capaz de dar más de 476 caballos de potencia y un par máximo de 700 Nm desde tan solo 2.000 revoluciones por minuto. Bajo el código M176, éste sustituirá al actual propulsor de 449 CV M 278 V8 y tendrá la desactivación de cilindros entre las 900 y 3.250 rpm que lo convertirá en unos 4 cilindros, recubrimiento ‘NANOSLIDE’, filtro antipartículas y una nueva generación de inyección directa con presiones de hasta 200 bares.
Por último, también veremos un novedoso propulsor de 4 cilindros y 2.0 litros con unos 134 caballos de potencia por litro. Utilizará turbocompresores de doble entrada y también estará relacionado con las instalaciones de 48 voltios, una función de conducción a vela, un alternador/motor de arranque por correa y preparación para integrar un compresor eléctrico que ayuda en la mejora de la eficiencia del combustible.
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