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El Mercedes-AMG GT Roadster es un descapotable biplaza con techo de lona que deriva del Mercedes-AMG GT Coupé. Hay dos versiones —GT y GT C— que se distinguen, principalmente, por la potencia del motor y por los ajustes del chasis.
La capota tiene un mecanismo eléctrico que la quita y la pone en 11 segundos, una operación que se puede realizar con el vehículo en movimiento, siempre que circule a velocidades de hasta 50 km/h. Para hacer la estructura de la misma, Mercedes-AMG ha utilizado una combinación de acero, aluminio y magnesio con el objetivo de reducir el peso total del conjunto. La parte textil de la capota está compuesta por tres capas de lona y se puede elegir en tres colores: negro, rojo o beis.
Como suele ser habitual en vehículos con carrocería descapotable, Mercedes-AMG ha reforzado algunos puntos de la estructura —soportes del salpicadero, junto al eje posterior y tras los asientos— para suplir la falta de rigidez causada por la eliminación del techo. Como resultado, el peso total de las dos versiones es más elevado que el de sus homólogos con carrocería coupé: 1670 y 1735 kg respectivamente (55 y 90 kg más que los AMG GT Coupé y AMG GT-S Coupé).
Ambas versiones llevan un motor de ocho cilindros dispuestos en V con 3982 cm³ de cilindrada, dos turbocompresores einyección directa de combustible. La versión de menor potencia, que es la que lleva el GT Roadster, tiene 476 CV de potencia a 6000 rpm y un par máximo de 630 Nm que se mantienen constantes entre 1700 y 5000 rpm (un margen muy amplio). La versión más potente (GT C Roadster), da 558 CV entre 5750 y 6750 rpm y 680 Nm de par entre 1900 y 5750 rpm.
La caja de cambios es la misma que llevan las variantes con carrocería de tipo coupé: es automática de tipo doble embrague con siete relaciones («AMG SPEEDSHIFT DCT»). Tiene varios modos de funcionamiento seleccionables desde un mando circular situado entre los dos asientos delanteros y puede manejarse de manera manual desde unas levas que hay tras el aro del volante.
La versión de 476 CV acelera desde parado hasta 100 km/h en 4,0 segundos, alcanza 302 km/h y tiene un consumo medio homologado de 9,4 l/100 km. La versión de mayor potencia (GT C Roadster), lógicamente, es un poco más rápida. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos, alcanza una velocidad máxima de 316 km/h y gasta 11,4 l/100 km de media. Esta última versión es más lenta y gasta más carburante que un Porsche 911 Turbo Cabriolet de 540 CV.
La versión «GT C Roadster» de 558 CV, tiene algunas de las soluciones estrenadas por el GT R Roadster. Las ruedas traseras, por ejemplo, tienen capacidad para girar en curvas hasta un máximo de 1,5 grados. Hasta 100 km/h lo hacen en sentido contrario a las delanteras, mientras que, por encima, lo hacen en el mismo. También los parachoques de ambos extremos son diferentes y tienen como objetivo mejorar el apoyo aerodinámico del vehículo a alta velocidad y aumentar la refrigeración del motor y de los frenos. Como consecuencia, la parte posterior del vehículo es 57 mm más ancha que la de la versión GT Roadster.
La suspensión de ambas versiones es de tipo independiente en las cuatro ruedas y tiene muchos elementos fabricados en aluminio forjado. Hay dos tipos de amortiguadores: sin posibilidad de ajuste (son los que lleva la versión GT Roadster) y otros controlados electrónicamente (son los de la versión GT C Roadster).
El sistema de frenos también es distinto en función de la versión elegida. La de menor potencia tiene cuatro discos de 360 mm, mientras que en la de mayor potencia, los delanteros son más grandes (390 mm). Con las medidas de llantas y neumáticos ocurre lo mismo: la versión de 476 CV tiene llantas de 19 pulgadas en ambos ejes y neumáticos en medidas 255/35 (eje delantero) y 295/35 (eje trasero). La de 558 CV tiene llantas de 19 pulgadas en el eje delantero con neumáticos 265/35 y de 20 pulgadas con neumáticos en medidas 305/30 en el trasero.
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