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El Mercedes Benz C180 se viste de color amarillo y bebe etanol. Más clásico y con detalles de acabados internos en cromo y con un reloj analógico en el salpicadero, el Mercedes Benz C180 viene con una versión de motor Flex, con el que la compañía alemana inicia la producción y promoción del consumo de biocombustibles.
No obstante, nadie podrá diferenciarlo del que es movido por gasolina. Esto se debe a que, por fuera los dos son iguales. No se trata de esos coches que llevan un emblema para indicar la novedad. En la práctica, la diferencia solo será evidente cuando se abra la tapa de acceso a la boquilla del tanque de combustible. Allí se encontrará un sello para advertir a los operadores de la estación de combustible.
Si comentamos el motor se trata de un 1.6 turbo que nos brinda 156 caballos de fuerza a 5.300 revoluciones por minuto y con un par de 24.4 Nm cuando se encuentra entre 1200 t 400 rpm. El propulsor va a acoplado con una transmisión automática de siete velocidades, con lo cual la marca refuerza su concepto de que no es necesario renunciar a los principios mecánicos ya establecidos para utilizar otro tipo de combustible.
El coche resulta muy agradable de conducir. Los cambios entran con suavidad y rápido. La dirección eléctrica progresiva es directa y fácil de operar. En las pruebas el C180 Flex alcanzó los 100 kilómetros por hora en 8.8 segundos, tiempo menor al que le toma a la versión de gasolina que es de 9.4 segundos, con lo cual se desvirtúa el mito de que los biocombustibles restan potencia y velocidad.
Confieso que, para un europeo, los vehículos movidos por etanol resultan confusos y nos generan la impresión de poca potencia. También confieso que las berlinas de Mercedes Benz, nunca me han llevado a torcer el cuello cuando pasa uno de estos coches por la calle. Por lo general, siempre he sido más aficionado a los coches deportivos, antes que los suntuosos y elegantes.
Una vez acomodado tras el volante, mi primera impresión es muy buena. La combinación de texturas, cuero, cromo, madera resulta agradable al tacto y a la vista. Igualmente, la ya clásica racionalidad alemana hace que tengamos todos los comandos a la mano. Para algunos, acomodarse a la disposición diferente a la convencional de los comandos de este nuevo C180 Flex puede llegar a representar cierta dificultad.
En un comienzo, la ubicación de los comandos del C180 Flex resulta confusa para el conductor, pero cuando avanza el kilometraje, se acostumbra rápidamente a la disposición de los instrumentos y todo empieza a hacerse de manera intuitiva. Debo confesar que he activado el limpia brisas dos veces por error.
La ubicación de la palanca de la caja de cambios, en la parte superior de la columna de dirección, libera espacio en la consola central para la configuración de funciones del sistema multimedia del coche. Al igual que en otros coches de la marca, el control de crucero y el limitador de velocidad, también se activan por un comando vía satélite, colocado en la parte inferior izquierda dela columna vertebral del auto, justo por debajo de los limpia brisas de barra.
Debemos destacar la gran ergonomía que ofrece el C180 Flex. Los asientos son de cuero de alta calidad y resultan acogedores y confortables. Los asientos delanteros cuentan con ajuste de altura y respaldo, pero la deficiencia es que este ajuste es solamente manual. La configuración económica no tiene sensores de aparcamiento pero si gran espacio interior suficiente para ubicar en la parte trasera, tres pasajeros cómodamente sentados.
El Mercedes Benz C180 Flex también está a disposición de nuestros usuarios y para conocerlo solo debes pinchar aquí.
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